Infiltraciones de ozono en Odontología
Si nos remontamos a la historia de la Ozonoterapia, ya en los años 1950 el odontólogo E. A. Fish comenzó a utilizar agua ozonizada para desinfección y esterilización de instrumental y luego con el médico Edwin Payr se embarcaron en las primeras experiencias clínicas sobre pacientes humanos siendo los pioneros en materia de salud. Las experiencias clínicas en ozonoterapia se perdieron y detuvieron por la influencia del contexto socio-económico mundial (la Segunda Guerra Mundial y el desarrollo de la penicilina) hasta que nuevamente recién en los años 1980 los médicos retomaron los ensayos clínicos, obteniendo óptimos resultados.
Observando y basándose en la gestación de una nueva panacea, desde no hace mucho tiempo la Ozonoterapia Dental se ha preconizado nuevamente entre nosotros, los odontólogos, por un mero tratamiento estético que es el “Blanqueamiento Dental” e impulsados por satisfacer las necesidades sociales de nuestros pacientes; lo que constituyó el punto de partida para otras aplicaciones en Odontología.
El objetivo de esta nota es totalmente divergente de aquello; canalizar la mezcla ozono-oxígeno a un determinado síntoma de aparición súbita e intensa que demanda de una pronta atención… estamos hablando del dolor dentario agudo que emerge en la urgencia odontológica a causa de un conjunto de patologías buco- maxilo-faciales.
Entre las patologías recurrentes se presentan: las pulpitis, abcesos, pericoronaritis, flemones, GUNA (Gingivitis Úlcero Necrotizante Aguda), complicaciones post exodoncias y traumatismos dento-alveolares. En muchos de estos casos ponemos en evidencia el efecto analgésico y modulador del proceso inflamatorio que posee el ozono a través de una maniobra clínica, a la que los Odontólogos estamos poco familiarizados, como es la infiltración.
La ozonoterapia genera un medio propicio para la regulación de los procesos fisiológicos orgánicos, optimizándolos y retardando el deterioro que va produciéndose sobre el cuerpo y elementos dentarios. Su acción antioxidante, estimula la producción de mediadores leucocitarios que incrementan las defensas del organismo ante agresiones patógenas externas y consigue un mayor transporte de oxígeno a las células, mejorando la función celular, circulación general y terminal, además de actuar como un desactivador del dolor, antiinflamatorio y ser un poderoso germicida capaz de eliminar hongos, bacterias y virus.
Las maniobras clínicas ante la agudeza del dolor de origen dentario varían desde la invasión de la estructura dentaria (cuando, por ejemplo, desgastamos tejido dentario para efectuar una apertura) a la exposición del paciente al efecto de fármacos en una medicación.
La infiltración del gas ozono-oxígeno constituye una herramienta alternativa en el bagaje de la terapéutica clínica. La “observación” de casos clínicos demuestra que esta práctica revierte la sintomatología dolorosa inmediatamente a la aplicación y el cuadro inflamatorio posteriormente al protocolo.
Partiendo del diagnóstico clínico-radiográfico presuntivo-certero debemos determinar los sitios anatómicos del sistema estomatognático que son susceptibles de ser puncionados.
La cavidad bucal representa una importante estructura ósea-dentaria recubierta por mucosa, que es el tejido blando que la reviste. Si disponemos de un colchón blando podríamos infiltrarlo, más debemos rescatar que el espesor y densidad de la mucosa varía según la zona topográfica es por ello que debemos buscar zonas que absorban el gas con mayor amplitud.
Sabemos que los gases tienden a ocupar todos los lugares y a difundir a gran velocidad, por eso si hacemos la infiltración lejos o en las proximidades del foco patológico bucal podemos establecer que las propiedades terapéuticas (analgésicas, antiinflamatorias y moduladoras del sistema inmune) del ozono-oxígeno van a ponerse de manifiesto.
La técnica de infiltraciones en cavidad bucal para dolores dentarios agudos se efectúa en:
• Fondo de surco vestibular: pulpitis, hiperemias, patologías periapicales.
• Papilas gingivales: GUNA
• Mucosa del reborde alveolar: en caso de pericoronaritis
• Cámara pulpar: en caso de cavidades expuestas por caries macropenetrantes o en caso de pacientes resistentes a la infiltración directa sobre tejidos blandos y se efectuó la apertura dentaria.
Secuencia Operatoria
1) Disminuir la sensibilidad en el sitio de punción: de acuerdo al umbral de sensibilidad de cada paciente la punción va a ser tolerada en mayor o menor grado y para apaciguarlo podemos aplicar de manera tópica frío o xilocaína.
2) Secar con gasa.
3) Puncionar: con el bisel de la aguja dirigido al hueso.
4) Infiltrar: de manera lenta y cauta a una concentración de 20 µg/100 ml con agujas de pequeño calibre. La dosis varía en relación a lo que el paciente puede tolerar.
5) Retirar la aguja.
6) Secar con gasa.
7) Masajear la zona.
El ozono, en base a su solubilidad y presión, cuando se inyecta se disuelve generando una cascada de radicales libres oxidando los diferentes sustratos presentes (hidratos de carbono, proteínas, etc.) colapsando la estructura del colágeno lo que lleva la reabsorción del agua y la fibrosis.
La infiltración de ozono-oxígeno produce la inhibición de hormonas que provocan el dolor, con efecto analgésico y movilizador de los leucocitos, con lo cual se incrementa la vascularización de las zonas tratadas. El gas se absorbe y difunde rápidamente (principalmente a las zonas inflamadas por el tropismo del gas hacia las zonas húmedas) activando vías metabólicas, estimulando el efecto antioxidante; desaparece el dolor dentario y se instala una sensación de bienestar general.
El gas ozono-oxígeno mejora la circulación por vasodilatación y junto al mejoramiento del transporte del oxígeno se promueve la irrigación tisular favoreciendo su regeneración y nutrición, logrando una mejoría de la sintomatología en forma duradera El tratamiento se basa, según el cuadro patológico, en un conjunto de 3 a 6 infiltraciones ambulatorias de gas ozono-oxígeno por períodos de 2-3 días cada una, aunque en muchos casos el efecto analgésico puede presentarse en la primera sesión. Luego de finalizar las infiltraciones el paciente debe acudir a la consulta para ser re-evaluado y determinar el tratamiento odontológico correspondiente a seguir (endodoncia u operatoria).
Es mucho aun lo que queda por aclarar acerca del mecanismo de acción del ozono y serán necesarios muchos trabajos de investigación que permitan conocer cómo y por qué el ozono tiene tantos y tan variados efectos beneficiosos para el organismo en general y para la curación o mejoría de múltiples patologías, entre ellas las que cursan con dolor como síntoma principal.
Área Odontología
ADELO