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Estructura de la piel
Está compuesta por tres capas:
• Epidermis: capa externa del cuerpo en estrecho contacto con el entorno. Se divide en Stratum germinativum (donde hay producción de melanina y se subdividen las células) y en Stratum corneum (compuesta por una capa hidrolipídica).
•  Dermis: proporciona las propiedades de elasticidad. Está formada por colágeno y elastina que estabilizan la piel y evitan su deformación. Contiene células sensoriales y tiene un gran contenido de condroitina y ácido hialurónico.
•  Hipodermis: es el estrato más profundo de la piel. También se llama tejido celular subcutáneo o panículo adiposo. Se alojan las células grasas, nutrientes, glándulas sebáceas y sudoríparas y los músculos encargados de mover el vello.
La capa hidrolipídica del stratum corneum está compuesta por la grasa que segregan las células sebáceas así como por elementos líquidos excretados por el sudor. Estas emulsiones evitan que la piel se seque, la mantienen flexible y evitan la penetración de sustancias patógenas externas gracias a la barrera natural ácida de protección.
Cuando se perturba la capa hidrolipídica se producen desde irritación hasta enfermedades de la piel.
PH de la piel
El pH de la piel varía en función de las sustancias solubles en agua, contenidas en el Stratum corneum, y de la secreción de sudor y grasa, así como por el ácido carbónico expulsado. El pH promedio es 5.5 para las mujeres y algo menor para los hombres (aproximadamente 5), variando según el lugar donde se mida así como de factores externos.
Un pH menor a 7 significa que la piel dispone de una barrera ácida con propiedades bactericidas y funguicidas de primordial importancia para la salud.
La edad desempeña un papel fundamental en cuanto al contenido de secreciones sebáceas y el pH. La hidratación cutánea de un niño es baja, alcanza su valor máximo entre los 20 y 40 años y en la vejez vuelve a bajar debido a la capacidad disminuida de acumular grasas por parte del Stratum corneum. Con los años el pH aumenta, también disminuyen las fibras de colágeno y elastina, lo que ocasiona una disminución de la elasticidad de la piel.
Para que la piel cumpla su función de barrera protectora es necesario que se encuentre sana, elástica, nutrida e hidratada. Esto puede lograrse por medio de cremas, emulsiones y aceites ozonizados.

Aceites Ozonizados:
La reacción del ozono con los aceites vegetales ozonizados ocurre casi exclusivamente por el doble enlace carbono-carbono presente en los ácidos grasos insaturados. El ozono rompe este doble enlace y se une a la cadena hidrocarbonada.
Por ser hidrofílico (afín al agua) el ozono abandona esta cadena hidrocarbonada al entrar en contacto con la película de agua situada sobre la epidermis.
Cabe destacar que como el ozono al descomponerse (debido a su inestabilidad) se transforma en O2, la piel, que es una membrana semipermeable a este último, lo absorbe y le permite la entrada.
En la praxis, la eficacia de estos productos contra los hongos, bacterias y virus ha sido ampliamente verificada.
Beneficios
Los productos ozonizados aportan oxígeno, con la consecuente hiperoxigenación de la piel y los tejidos adyacentes, de esta manera activan y estimulan el metabolismo celular, revitalizando sus funciones. Esta hiperoxigenación restaura el film hidrolipídico protector de la piel y facilita la renovación de las células epidérmicas que conforman la capa más externa de la piel, también estimulan los sistemas enzimáticos defensivos contra los radicales libres.
Protegen contra los efectos de la contaminación ambiental de la atmósfera y del exceso de radiación solar sobre la piel. Son estimulantes y revitalizantes de la reparación de los tejidos, granulación y reepitelización.
Activan la microcirculación (flujo de sangre que discurre por los vasos sanguíneos).
Previenen contra el acné, herpes y otras infecciones.
Poseen un efecto germicida por oxidación y activan los mecanismos naturales de la piel contra agentes agresores y tóxicos.
También contribuyen a acelerar el metabolismo de las grasas ya que poseen un importante efecto lipolítico.