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El Herpes Zoster, llamado comúnmente culebrilla, es una enfermedad infecciosa debida a un virus que se localiza en los ganglios de las raíces nerviosas posteriores.

Se ha establecido que el factor infeccioso responsable es el virus de la varicela. La invasión primaria del virus se manifiesta en la infancia, durante la fase inicial de la varicela penetra en los nervios a través de las terminaciones sensitivas, llegando a los troncos nerviosos hasta la raíz dorsal y ganglionar. En estos últimos el virus permanece en estado latente, con manifestaciones de decaimiento del estado general del organismo.

El desencadenamiento de la patología se produce por un mecanismo aparentemente inmunoalérgico.

Los síntomas más comunes son:
• Manifestaciones cutáneas: se caracterizan por grandes manchas eritematosas que se trasforman en ampollas y luego forman una costra que se cae dejando cicatrices superficiales, casi siempre permanentes.
• Agrandamiento ganglionar
• Síntomas generales: astenia (cansancio general) y fiebre.
• Posible difusión del proceso inflamatorio a las meninges.
• Síntomas locales como: hipersensibilidad al dolor y dolores de distribución a lo largo del recorrido del nervio, acompañados de hormigueos y ardor.

El Ozono es un potente germicida que destruye bacterias, toxinas y virus. Numerosos experimentos han demostrado la excepcional capacidad viricida del ozono. Los efectos del ozono sobre los virus se producen por medio de los peróxidos, productos intermedios que dañan al virus.

El Herpes Zoster, llamado comúnmente culebrilla, es una enfermedad infecciosa debida a un virus que se localiza en los ganglios de las raíces nerviosas posteriores.

Se ha establecido que el factor infeccioso responsable es el virus de la varicela. La invasión primaria del virus se manifiesta en la infancia, durante la fase inicial de la varicela penetra en los nervios a través de las terminaciones sensitivas, llegando a los troncos nerviosos hasta la raíz dorsal y ganglionar. En estos últimos el virus permanece en estado latente, con manifestaciones de decaimiento del estado general del organismo.

El desencadenamiento de la patología se produce por un mecanismo aparentemente inmunoalérgico.

Los síntomas más comunes son:
• Manifestaciones cutáneas: se caracterizan por grandes manchas eritematosas que se trasforman en ampollas y luego forman una costra que se cae dejando cicatrices superficiales, casi siempre permanentes.
• Agrandamiento ganglionar
• Síntomas generales: astenia (cansancio general) y fiebre.
• Posible difusión del proceso inflamatorio a las meninges.
• Síntomas locales como: hipersensibilidad al dolor y dolores de distribución a lo largo del recorrido del nervio, acompañados de hormigueos y ardor.

El Ozono es un potente germicida que destruye bacterias, toxinas y virus. Numerosos experimentos han demostrado la excepcional capacidad viricida del ozono. Los efectos del ozono sobre los virus se producen por medio de los peróxidos, productos intermedios que dañan al virus.

Además el ozono tiene efecto sobre los receptores celulares evitando que se infecte la célula y, sumado a esto, genera intolerancia a los peróxidos en las células infectadas por el virus.

Esta patología puede ser tratada con diversas vías de administración del ozono. La asociación de las mismas varía según el estadio de la patología y cada paciente en particular.

Los resultados son mejores cuanto más pronto se inicie el tratamiento. Se recomienda no interrumpir la terapia para no favorecer la reaparición de las lesiones.