Alternativa para la Artrosis
Artículo publicado en la Revista "Salud Vital". Nº 109. Septiembre de 2006.
La artrosis es una enfermedad producida por la alteración del cartílago, uno de los tejidos que forman la articulación, originando dolor y en ocasiones la pérdida de su movimiento normal.
Es una de las dolencias más conocidas por la población y entendida como una grave enfermedad, que compromete seriamente la calidad de vida de las personas que la padecen y su entorno familiar. Es la enfermedad reumática más frecuente. No plantea riesgos mortales. Afecta, en mayor o menor grado a todas las personas por encima de los 50 ó 60 años . Puede aparecer en cualquier articulación, pero generalmente afecta los dedos de las manos (pulgar), rodillas, caderas, el primer dedo del pie y la columna cervical y lumbar. La artrosis de otras articulaciones como los hombros, los codos o las muñecas es poco frecuente y cuando aparece es a causa de un traumatismo, otra enfermedad articular previa o por mal uso de la articulación.
En la artrosis, es la articulación misma la que se altera y con el tiempo todos los tejidos que la rodean se afectan.
Causas y síntomas de la artrosis
Las causas son múltiples. Por ejemplo:
Envejecimiento
Herencia
Obesidad
Trastornos por sobrecarga
Lesiones locales: fracturas, traumatismos, luxaciones, inflamaciones.
Exceso de uso: Trabajos profesionales
Los síntomas dependen de las articulaciones que están afectadas, pero tienen algunas características comunes.
Los síntomas locales son: dolor, rigidez, limitación de la movilidad y pérdida de la función.
El dolor suele ser la primera manifestación. Éste empeora cuando nos movemos o hacemos alguna actividad y mejora con el reposo. La rigidez es matinal, dura menos de media hora y cede con la deambulación; para reaparecer tras un periodo de inactividad. Posteriormente la artrosis se hace más severa y el dolor es más continuo. Aparece atrofia y contractura muscular. La alteración de los músculos produce más dolor, alteración de la movilidad de la articulación. Como complicación tardía pueden aparecer: deformidades en flexión, contractura e inestabilidad de la articulación.
¿Como se trata la artrosis?
Cuando es posible, siempre se intentan corregir los factores desencadenantes o agravantes: se trata la obesidad, se corrige la diferencia de longitud de las piernas si existen y se protegen las articulaciones.
Hacer ejercicio con las articulaciones enfermas es fundamental. Se debe mantener el movimiento articular y fortalecer los músculos para evitar que la articulación quede fláccida y así reducir las rigideces. El ejercicio debe ser suave y no provocar dolor. La natación y los paseos suaves son muy recomendables.
La artrosis puede medicarse. Se utilizan medicamentos para aliviar el dolor y reducir la duración de la rigidez. Existen muchos tipos de medicamentos diferentes, como antiinflamatorios, que se toman según el grado de dolor. Actualmente se han desarrollado un conjunto de fármacos y terapias destinadas a eliminar el dolor y mejorar la función y movilidad de la articulación. Estos fármacos estimulan el proceso natural de reparación del cartílago articular aliviando los dolores al detener la destrucción del cartílago. Estos medicamentos aumentan la síntesis de glicosaminoglicanos, condroitínsulfato y de colágeno, fundamentales para reparar el tejido cartilaginoso deteriorado en las artrosis.
UN TRATAMIENTO DISTINTO
La ozonoterapia constituye una terapia alternativa efectiva para el tratamiento de la artrosis, reemplazando el uso de drogas como analgésicos y/o corticoides y evitando de esta manera los efectos adversos producidos por las mismas.
El ozono logra el alivio de la sintomatología en el paciente artrósico y disminuye la progresión de esta enfermedad, debido a que:
• Aumenta la capacidad de la sangre para absorber y transportar oxígeno, mejorando la oxigenación de la articulación afectada.
• Elimina los mediadores químicos de la inflamación presente en la artrosis (efecto antiinflamatorio).
• Interfiere con la liberación de los péptidos nociceptivos, sustancias que participan en la sensación del dolor.
• Existen estudios científicos a nivel mundial que hablan de la regeneración del cartílago articular, por efecto del ozono sobre los mucopolisacáridos.
Gracias a las propiedades atribuibles al ozono se logran efectos beneficiosos colaterales en el paciente que recibe esta terapia, tales como:
• Desaparición de la sensación de cansancio.
• Mejoramiento de la calidad de vida, actividad diaria, actividad social, agilidad y estado de ánimo.
•Desaparición de la rigidez que provoca esta enfermedad, como así también se logra la ruptura del círculo dolor-contractura.
Así se utiliza la ozonoterapia
El tratamiento es ambulatorio (en consultorio), y consiste en la infiltración local intraarticular y periarticular con ozono, a través de agujas de pequeño calibre, lo cual hace prácticamente indolora la aplicación.
Se requieren entre 10 a 15 sesiones, las que se efectúan semanalmente o bisemanalmente de acuerdo al grado de compromiso articular que presente el paciente. Los síntomas comienzan a aliviarse a partir de la quinta o sexta sesión.
Esta terapia se complementa con magnetoterapia.